domingo, 22 de agosto de 2010

Infancia (poesía breve)

Viento y marea
sal y espuma
Juan Salvador y yo.

Inquisición (una expresión, nada más)

Y si pudieras... palpar el silencio, ¿en qué te habrías convertido?

Declaración de principios (una expresión, nada más)

Hoy anhelo ser dueño de la brisa como errante pluma sin destino, que vive su instante como única verdad.

Aquí, en mi pecho, algo fluye con la fuerza de mil bestias aladas, de decenas de guerreros marchando a la muerte -como a la vida.

Hoy no me busques más con tus ojos; sólo hallarás un cuerpo viejo o quizás cientos de despojos. Adivíname sutil en el aire y vendré gustoso hacia tu piel, ignoto, transfigurado, como un aroma inefable.

Hoja de otoño

El aire tenue de este otoño distinto
deja en mis labios un beso nuevo.

Como aquella brisa del poniente
que encendió de fuego tu bello rostro
y puso en mis venas
(impiadoso)
este veneno ardiente.

Amanece (poesía)

‎En la blanda entrega de tu cuerpo
asoma el destello de un deseo nuevo.

En el jugo prohibido de tus besos
se enciende mi carne,
extirpando su anhelo.

No preguntes a la mañana
si ha llevado la noche a otra parte;
muere conmigo,
ahora,
abrazando el suave contorno
de este instante.