domingo, 21 de noviembre de 2010

La condena de la luz (poesía)

El día somete tus ansias
a la condena amarga de las horas,
anclada, inmóvil, fundida,
en la piel de todas las cosas.

Besando palmo a palmo cada ser,
queriendo penetrar su silencio,
perfumas de color su rostro
en las entrañas mismas del tiempo.

La noche libera al fin tus pasos,
sedientos del camino que añoras;
y así huyes al encuentro
(fatal)
de una nueva aurora...

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