martes, 21 de septiembre de 2010

Sueño realidad (poesía)

Navego los confines mudos
de un tiempo que desconocía,
besando jardines ocultos
en los bordes de tu sonrisa.

El vasto mundo a tus pies
con el sólo atisbo de tu mirada,
que convierta en fuego la piel
y llene de pájaros el alma.

Abandono, entonces, todo suelo firme
y ensayo el beso único
[que por fin conquiste]
el futuro incierto de tu vientre.

Tres retazos de mis sueños
en el ávido juego de tus manos,
húmedo este tiempo cuerpo a cuerpo
y en cada caricia un pacto sagrado:
nada ya detrás;
sólo el ahora pleno,
con la fuerza de mil soles bañado.

2 comentarios:

  1. Siempre las cosas que ocurren en los sueños tienen ese dejo borroso, casi irreal.
    Pero al caer en la cuenta, descubrimos que son más reales que el propio ser.

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  2. Y el tiempo se detiene en ese instante, y se expande... Es cierto, Etiênne, es bello cuando la caricia cobra -aunque suave y fugaz- semejante dimensión.
    Un abrazo y gracias por tu tiempo.

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