martes, 28 de septiembre de 2010

Mediodía de los cerros (poesía)

Donde danzan las nubes
de la mano del viento,
dejé mis cenizas olvidadas
en un rincón del tiempo.

Mis ansias convertidas en silencio,
en paz todo mi anhelo,
de besar con mis pies las alturas
y mirar al fin con ojos nuevos.

La mirada hundida en la distancia
bebiendo los caprichos de la luz:
que es todos los colores,
luego todas las formas
y se expande, sin cesar,
en la piel de todas las cosas.

En éxtasis fulgura mi alma
bajo el tibio sol de mediodía:
aquí, donde el aire es más sutil,
profunda reina la calma;
el horizonte se quiebra,
a sus anchas,
y se cuela en mis retinas.

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