jueves, 26 de agosto de 2010

Explícito (poesía)

Una gota de ansiedad
ha caído sobre mi vientre,
y una mirada sonriente
respira mi misma humedad.

Unos dedos ardientes
fuerzan sagaces mi destino
y encienden mi carne,
rugiente,
presa de tus labios enmudecidos.

Cierro mis ojos
[vencido]
casi no soporto tus embates:
me doblegas, me entrego,
te golpeo, te supero;
nada parece ya colmar
nuestro único deseo…

De tu fuego infinito,
de mi silencio animal,
nace ahora cierta unidad;
no efímera, no fugaz,
sino dulce quimera gloriosa
que derrama, sobre el final,
la esencia de todas las cosas.

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